domingo, 20 de julio de 2008

Las Categorías Verbales de Andrés Bello: ¿Racionalismo, Empirismo, Idealismo? Revisión desde la Filosofía Temporal

Jhoerson Yagmour

UPEL-Maracay

jhoerson50@hotmail.com

En la actualidad, no existe una revisión acerca de Andrés Bello (1781-1865) que examine con exhaustividad su postura en cuanto a la filosofía temporal. De hecho, podría decirse que está prácticamente olvidado de la historia de la temporalidad filosófica. Podríamos preguntarnos, ¿Por qué es importante volver a revisar a un pensador del que tanto se ha dicho? Primero, porque dentro de la vastedad de su producción intelectual, la que menos ha sido abordada es precisamente la de filósofo temporal. Segundo, la ventaja que nos proporciona dicho abordaje contribuye directamente con un discernimiento mayor de la lingüística de Bello, pues –específicamente hablando- toda proposición verbal está en estrecha consonancia con la filosofía temporal que subyace en ella, pues la función del verbo (sintácticamente hablando) constituye, aparte del núcleo oracional, el indicador temporal. Para sustentar tales asertos, se realizó un estudio de Análisis Ideológica de los Tiempos de la Conjugación Castellana (1841), y posteriormente, en el establecimiento definitivo de categorías verbales en su Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos (1847). Junto a esto, el octavo capítulo de su Filosofía del Entendimiento (1881). ¿Cómo han catalogado a Bello dentro del campo de la Filosofía Temporal algunos estudiosos?

Amado Alonso (1987), sostiene que la visión temporal expresa en las categorías verbales de Bello era considerada “como una realidad objetiva que consiste en un punto-instante incesantemente transitorio, cuya carrera forma la línea del tiempo.” Por lo que establecía una estrecha concordancia con la filosofía temporal racionalista. Por otra parte, Anderson Imbert (1992) cuestiona esa relación, pues entiende la ilación filosófica que posee con el idealismo kantiano: “El caso es que para Bello el tiempo no era una realidad objetiva sino una creación humana. Distinguía entre tiempo físico y tiempo psicológico.” ¿Qué producción de Bello nos da la respuesta en cuanto a este aspecto? La clave la encontramos en un fragmento de su Filosofía del Entendimiento:

El espacio y el tiempo son, pues, meras capacidades de existencias reales; y aunque en sí mismos nada sean, no por eso habrá contradicción en representarnos el espacio como una esfera de interminables dimensiones, y el tiempo como una escala de longitud interminable. (p.177).

A partir de esto podemos concluir que para Bello el tiempo no era homogéneo, al contrario, existían tres principios que podrán aplicarse a la temporalidad verbal: la coexistencia (existencia múltiple y paralela de planos temporales), la posterioridad (o post-temporalidad) y la anterioridad (ante-temporalidad):

Las formas verbales, o expresan una relación simple de coexistencia, anterioridad o posterioridad, respecto del acto de la palabra, esto es, respecto del momento en que se profiere el verbo, o expresan combinaciones de dos o más de estas mismas relaciones; y el nombre que doy a cada forma denota esa misma simplicidad o composición. Cuando la relación es una, la expreso con las palabras presente, pretérito, futuro. Si la relación es doble, antepongo a estas mismas palabras una de las partículas co, ante, pos, que significan respectivamente coexistencia, anterioridad, posterioridad. Así la denominación copretérito, significa coexistencia con una época que se mira en tiempo pasado, y antefuturo denota anterioridad a una época que se mira en tiempo futuro. (Gramática de la lengua castellana, 1982) (p.226)

En definitiva, vemos cómo estos tres principios hacen que la nomenclatura verbal Bellista difiera en gran medida con la propuesta por la RAE, aunque los docentes de lengua sigan enseñando a ambas como equivalentes. Nociones tales como “perfección” e “imperfección” en la sustancialidad verbal son disímiles tanto a la verdadera función sintáctico-temporal como a la proposición verbal Bellista, por lo que aconsejamos una revisión en la manera de enseñar la tipología verbal.

REFERENCIAS: Alonso, A. (1987) Introducción a los estudios gramaticales de Andrés Bello. Caracas: Editorial la Casa de Bello. /Anderson, E. (1992) La filosofía del tiempo en Andrés Bello. Caracas: Monte Ávila Latinoamericana C.A./ Bello, A. (1982) Gramática de la lengua castellana. Madrid: EDAF, Ediciones-Distribuciones, S.A


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